Por Covid-19: De la oficina a la cocina

 Por Covid-19: De la oficina a la cocina

La mejor manera de hacer frente al Covid-19 es poniendo a prueba el potencial que se lleva dentro. Sí, porque el coronavirus no solo llegó para afectar la salud, también ha trastocado la economía de la gente.

Unos se han quedado paralizados hasta ver qué desenlace tiene esta situación, pero otros como Carlos Vanderhorst le han dado la cara a la crisis. De ser un contador público autorizado pasó a ser un emprendedor del arte culinario.

Fue suspendido por 90 días en la empresa para la que laboraba, pero decidió no sentarse a contar los días, sino pararse frente a su estufa para ponerle ‘sabor’ a la situación.

Lo que en principio era una conversación entre su hija y él, se convirtió en un rico proyecto. “Viendo los cambios que ha provocado el Covid-19 en la cotidianidad, le decía que en medio de esta situación podíamos preparar alimentos, entregarlos a las familias en sus hogares y a su vez compartir esos pequeños momentos”, cuenta el chef y creador de Vanderbowl.

Explica que esta propuesta culinaria es una tradición heredada e inspirada por los padres de Vanderhorst, quienes le enseñaron parte importante de la gastronomía criolla y, a través de la práctica, el chef empírico forjó sus más grandes virtudes culinarias.

Pasteles en hojas de plátano y de yuca rellenos de pollo, res y vegetales; ‘Egg rolls’ de pollo y vegetales; croquetas de pollo y berenjena; quipes y empanada, de todo tipo, catibías, bolitas de queso, carnes asadas, mofongos y una gran variedad de platos criollos son algunas de las propuestas que este emprendedor ofrece a sus consumidores.

Manipulación cuidadosa
El profesional de la Contabilidad resalta que además de sabor y calidad, tienen en cuenta cuidado en la manipulación de los alimentos. “Los preparamos bajo protocolos estrictos de higiene en un empaque cerrado al vacío que permite mantenerlos libres de cualquier contaminación”.

La transición
Uno de los mayores retos de Vanderhorst ha sido la transición de la oficina a la cocina. “No es
igual cuando lo tienes como un ‘hobbie’ a cuando tienes que hacerlo para llenar las expectativas de los clientes”, dice.

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