EN ELÍAS PIÑA EL COMERCIO QUIEBRA. En Elías Piña la frontera está cerrada y productos se vencen

 EN ELÍAS PIÑA EL COMERCIO QUIEBRA. En Elías Piña la frontera está cerrada y productos se vencen

El cierre indefinido de la frontera en la provincia Elías Piña vino a dar el tiro de gracia a quienes viven del comercio transfronterizo en el municipio Comendador.

El bloqueo en la frontera, que el Poder Ejecutivo ordenó el pasado viernes, para ellos comenzó hace más de dos meses, debido a los diferentes conflictos que se han sucedido desde el mes de julio.

Este tiempo ha sido suficiente para que a varios de sus productos les llegara la fecha de vencimiento y otros se llenen de insectos. Muchos todavía abren para no perder la costumbre, pero otros prefieren no hacerlo.

A mediados de julio, transportistas haitianos cerraron el tránsito en el paso Elías Piña-Carrizal en protesta, como parte de un conflicto que se originó porque un militar del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) golpeó a un chofer y «sindicalista» haitiano.

Luego de que los haitianos abrieron la puerta tras varios días, el Gobierno dominicano la cerró mientras buscaban al ciudadano haitiano Mackenson Tenvul, quien era requerido por las autoridades de su país.

El prófugo fue atrapado el 3 de agosto y entregado a la Policía Nacional Haitiana (PNH) por el paso fronterizo de Jimaní.

El encarcelamiento de Mackenson provocó protestas y disturbios del lado haitiano, de donde se escucharon disparos. Esta situación motivó al Ministerio de Defensa (MIDE) a volver a poner el candado el 10 de agosto.

El 25 de agosto, el Cesfront volvió a cerrar el paso y el primero de septiembre el ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, informaba otro cierre debido a que las bandas haitianas habían tomado el control del paso fronterizo en territorio haitiano.

«Nosotros no negociamos con bandas haitianas y mientras las bandas armadas tengan el control de ese importante paso fronterizo de Belladere, no vamos a permitir el paso fronterizo ni entradas de camiones con mercancía hacia el Belladere», dijo en eso momento Díaz Morfa.

El viernes 15 de septiembre el presidente Luis Abinader cumplió su amenaza de sellar la frontera para el transporte de personas y mercancía por mar, tierra y aire, medida que permanece hasta hoy.

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Productos vencidos

Una comerciante que tiene un almacén de provisiones a pocos metros de la frontera, y que quiso omitir su nombre, mostró a Diario Libre la cantidad de productos que tendrá que botar porque están caducos.  Fardos de bizcochos, jugos de cartón, aceite, trigo y harina son algunos de ellos.

Ella y Frannelly Nova aseguran que el Gobierno todavía no ha hablado de la situación que les afecta  ni sobre la ayuda que ha prometido. Solamente el director de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (Propeep), Roberto Ángel Salcedo, fue a reunirse con los políticos de la zona.

«Vino y se reunió con los políticos y dijo que se reunió con los comerciantes, pero él en ningún momento se reunió con comerciantes. Él hizo su reunión por allá por la Gobernación», afirma la vendedora de provisiones.

Nova asegura que le han incluido en un programa para comprar pollos de su granja, pero no han sabido de ningún proyecto para los comerciantes.

Haitianos salen

En la puerta de la frontera pasan a pie tranquilamente, y cargados con maletas y bultos, ciudadanos haitianos que traen los autobuses del transporte público de diferentes lugares del país.

Éstos les abren la puerta y los dejan pasar. Algunas veces lo hacen en un ambiente de camaradería, luego de un saludo amistoso, llamarlos por su nombre e intercambiar algunas palabras.

Uno de ellos explicó que ese tránsito de personas es normal todo el tiempo, pero ahora se ve mayor porque los autobuses no pueden pasar y deben dejarlos fuera para que ellos entren caminando. Del otro lado, decenas de haitianos se agolpan bajo el sol y el calor para recibir una comida gratis que les da el Gobierno haitiano.

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Jimaní

El paso fronterizo de Jimaní amaneció ayer, jueves, día de mercado, totalmente vacío y con los locales cerrados debido al cierre de la frontera.

Este mercado funciona lunes y jueves, y este es el segundo día en que no pudo operar desde que el Gobierno dispuso cerrar toda la frontera el pasado viernes.

El comercio, que imprime un dinamismo económico en la zona, se veía apagado y el tránsito de personas y vehículos era mínimo. En la puerta del paso fronterizo se ven militares, policías y agentes de la Dirección General de Migración (DGM).

Tomado de Diario Libre

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