UN MILLÓN ES BUEN ARRANQUE. Arrancar con un millón

 UN MILLÓN ES BUEN ARRANQUE. Arrancar con un millón

Deligne Ascención admitió el pasado domingo en la noche que la asistencia a las primarias del PRM había superado las expectativas “incluso de los más optimistas”. Parece exageración típica de un político, pero no lo es. En el PRM había expectativas declaradas, y reales. En público, dirigentes de la organización hablaban de que acudirían entre 300 mil o 400 mil votantes, pero la realidad es que aspiraban a más. Decían que se conformaban con una cifra, aunque sabían que iba a ser superada. Pero nadie esperaba tanto. Un millón es un millón. Una buena cifra para arrancar, tomando en cuenta que es ahora cuando se oficializa la candidatura presidencial de Luis Abinader.

Contra pronósticos

Las características del proceso pintaban una baja votación, y por eso dirigentes de la oposición se apresuraron a hacer pronósticos, que finalmente resultaron fallidos. Era un certamen en que se elegían candidatos a regidores y apenas se definían dos alcaldías, pero ninguna candidatura legislativa. Y a nivel de la presidencia, que se supone que debe ser el renglón más atractivo, todo estaba definido, y nadie dudaba de que sería un resultado abrumador. Con todos esos factores, no aparentaba que pudiera ser un evento concurrido, y lo único que tenía a su favor el PRM, si la asistencia era baja, es que sus oponentes no se atrevieron a hacer primarias, por lo que estaban limitados para criticar. Para completar el cuadro, en los días previos a las primarias, algunos dirigentes del PRM expresaban su preocupación, por lo bajo, porque entendían que el proceso no se había promocionado lo suficiente. En la última semana, de forma un tanto apresurada, varias figuras perremeístas grabaron, por separado, mensajes de motivación a los militantes para que acudieran a las votaciones.

Las alcaldías

En los dos municipios donde se elegían candidatos a alcaldías, las primarias fueron competitivas, debido a que nadie ganó por nocaut. En Santo Domingo Oeste, los militantes se decantaron por un dirigente tradicional, Francisco Peña, cuya popularidad parece permanecer intacta. En Santo Domingo Este, fue lo contrario, porque el ganador, Dío Astacio es casi un “outsider”. Un perfil muy parecido al de Manuel Jiménez, pero sin el lastre que carga el alcalde por las dificultades de la gestión.

tomado de El Caribe

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